Diariamente más de 20.000 usuarios de Facebook fallecidos son etiquetados en fotografías e incluso reciben solicitudes de amistad.
Vivimos en un sociedad hiperconectada, donde el uso del teléfono móvil y las redes sociales es muy común, la mayoría de las personas que nos rodea se conecta a Facebook, Instagram o Twitter varias veces al día. Pero ¿Nos hemos preguntado qué pasará con nuestros perfiles cuando ya no estemos aquí? Para familiares o amigos supone momentos extraños cuando repasando nuestras redes nos encontramos con el perfil de un ser querido fallecido. Las empresas que están detrás de están detrás de estas redes son reacias a su desactivación y nos puede suponer un calvario.
Algunos expertos consultados apuntan como una posible solución vincular los correos electrónicos con nuestro familiar para poder acceder si fuera necesario al correo y desactivar o al menos poder comunicar la noticia.
30 millones de usuarios de Facebook murieron en los ocho primeros años de existencia. Cada día, 10.000 personas fallecidas en Facebook son etiquetadas en una fotografía, le llegan felicitaciones de cumpleaños o reciben una solicitud de amistad.
En Facebook, los datos pueden pasar a ser de otra persona siempre y cuando exista un mandato por ley ó se haya acordado legalmente. En Twitter, pueden trabajar con alguien autorizado o con un familiar verificado. En LinkedIn señalan que darán dicha información de acuerdo a la ley o si hay algún requerimiento muy importante de carácter legal. En Google señalan que «en raros casos podrán dar información de la cuenta a un representante autorizado».
En Facebook, la cuenta de un fallecido estará activa hasta que un familiar reporte la muerte o la página sea marcada como «Memoria» ( La familia pide que se mantenga el perfil como homenaje al fallecido)
En Twitter se mantendrá activa seis meses después que se reporte la muerte. En Google estará activa nueve meses, sea reportada ó el tiempo que haya estipulado el usuario con la herramienta de gestión de cuenta inactiva. [Google permite hacer un testamento]
El nombre de usuario de la persona fallecida puede pasar a otro internauta en Facebook y LinkedIn. En Twitter y Google nadie podrá usar nuestro nombre de usuario si fallecemos.
Las redes sociales piden algunos documentos para poder certificar que una persona es familiar o responsable, y con eso, cancelar la cuenta.
Facebook solicita una prueba legal de que la persona es «familiar inmediato» del fallecido. Twitter pide el certificado de defunción y la identificación de quien solicita el cierre.
LinkedIn pide: nombre del fallecido y su relación con éste, nombre de a empresa en la que trabajaba, enlace de su perfil y el email del fallecido.
Para pedir la desactivación de una cuenta en Google (si no se utiliza el gestor) se necesita un certificado de fallecimiento y un email, con encabezado y contenido desde la dirección de google que se quiere eliminar.
Como veis dar de baja una cuenta de un usuario fallecido es muy complicado para los familiares, por eso normalmente se desentienden del asunto.