La pérdida de un ser querido siempre es un momento duro para cualquier persona. Atravesar estos momentos requiere de paciencia y reflexión. Todos hemos de pasar por las llamadas etapas del duelo. En nuestra opinión, conocerlas e identificarlas es la mejor manera de ir atravesándolas una a una de una forma natural.
En primer lugar, si has llegado hasta aquí buscando explicación a lo vivido, sentimos muchísimo tu pérdida. En nuestra funeraria en Zaragoza Funeraria Serfunova estamos contigo en todo momento. Te ofrecemos una atención completa y adaptada a tu situación. Queremos que no tengas que preocuparte de nada en un momento tristemente duro para ti y los tuyos.
La búsqueda de información es una respuesta lógica. Como individuos, muchas veces queremos encontrar una explicación racional a las emociones que nos invaden en un momento de duelo. Como decimos, es una respuesta racional porque nadie o casi nadie está preparado para tomar la muerte como un paso natural de la propia vida.
Las cinco etapas del duelo
Antes de pasar a detallarte cuáles son las etapas del duelo, hay que dejar claro que cada persona vive el duelo de una manera distinta. Hay muchos factores que influyen en ello, desde el entorno, a la cultura, las circunstancias de la pérdida… Esta teoría de las fases que todos atravesamos en estos momentos tiene su origen en la década de 1960 y toma como referencia el modelo Kübler-Ross.
- Negación. Es la primera de las etapas del duelo por la que se suele atravesar. Se trata básicamente de presentar resistencia a asumir la realidad. El individuo piensa o repite frases como “esto no puede estar pasando” o, en otros casos, “estoy bien”, cuando obviamente no es así. Es una manera que tiene nuestra mente o nuestro inconsciente de protección ante un momento extremadamente doloroso.
- La negación da paso a la ira, la rabia o el resentimiento. Esto se da cuando asumimos que lo que ha ocurrido es irreversible. Por desgracia, no hay marcha atrás. Esta percepción puede provocar sentimientos de ansiedad o frustración. Es una fase negativa en la que se puede llegar a buscar culpables sobre los que proyectar el dolor que nos invade.
- Negociación. La tercera de las etapas del duelo es la negociación. La ira deja paso al sosiego y a la esperanza. En situaciones puede llegarse a rozar el autoengaño, buscando respuestas donde no hay o planteando escenarios hipotéticos y condicionales: “¿Qué hubiera pasado si hubiera hecho esto?”.
- Depresión. El cuarto estadio del duelo es la depresión, una sensación de dolor y vacío que no tienen nada que ver con una depresión clínica. No se trata, por tanto, de un problema de salud mental, sino una lógica consecuencia de lo vivido. Es una fase en la que se cree que se ha tocado fondo y que va a ser imposible remontar. En los casos más profundos y prolongados, puede llegar a darse problemas de aislamiento.
- Aceptación. Es la quinta de las etapas del duelo y también la última. En cierto modo, supone una liberación para la persona. Se asume lo que ha ocurrido y se entiende que la vida continua y que hay que seguir adelante sin el ser querido fallecido. Esto no implica, olvido, sino más bien aprendizaje a vivir con ese vacío. Con el paso del tiempo, además, se vuelven a experimentar sensaciones positivas o sentimientos de alegría y felicidad que se mezclan con otros momentos pasajeros de tristeza.